En una charca donde confluyen competidores y depredadores, es necesário, en este concluso proceso de supervivencia, pasar desapercibido para cazar y no ser cazado. Estos extrovertidos batracios, con su adaptabilidad han colonizado casí todas las partes del planeta; a nuestro paso por una charca o humedal nos sorprenden con sus saltos y sus escaramuzas. Si bien en los cuentos este curioso y a la vez beneficioso animal hace las veces de príncipe, en el ámbito religioso y académico, simboliza la lujuría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
por favor deja tu comentario, se agradece