El señor de las Chanclas. Ouazarzate
martes, 17 de marzo de 2009
MARRUECOS, sus gentes
¿Quién no ha soñado alguna vez ser protagonista de un cuento sumergido en un mundo lleno de rituales, ceremonias y costumbres cuyos orígenes se pierden en el tiempo? En Marruecos sólo hay que atravesar las puertas de alguna medina, para que el reloj se pare de pronto y comience a correr hacia atrás de forma enloquecida, llevándonos a una época en la que todo el transporte se hacía a través de burros y mulas, los barrios de las ciudades se conocían por el trabajo de sus artesanos y el ritmo vital lo marcaba el muecín desde lo alto del minarete.
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Joé, Pedro, va a merecer la pena mandarte una temporadilla por ahí, despues de todo.
ResponderEliminarNo, ahora en serio, da gusto seguirte y ver como captas los momentos, y los congelas para volver a ellos una y otra vez, lo que sinceramente es un autentico placer para los sentidos.
Yo casi hubiera titulado tu blog algo así como: "La vida a fogonazos"
Gracias por poner públicamente todo esto.
Topoaguilera