Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, los costes indirectos de la actividad económica, la explotación y el valor de los recursos naturales no planteaban ningún problema, puesto que las actividades humanas eran reducidas en relación al tamaño de la tierra.
Las exigencias del hombre respecto de la tierra se han multiplicado en los ultimos 50 años, como consecuencia del aumento de la población mundial en dos mil millones trescientas mil personas en 1950 a más de seis mil millones en la actualidad. El crecimiento demográfico y la elevación del nivel de vida han triplicado la demanda de cereales en todo el mundo durante el mismo periodo. Este hecho tiene una lectura clara: el futuro del planeta va a estar marcado por el signo de la escasez.
imagen: gente agolpada a las puertas de una panaderia egipcia.
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