En Narila, un tranquilo pueblo de la alpujarra granadina, comprendí lo que significa llegar demasiado tarde.
Busqué el famoso "Olivo del Moro", donde Aben Humeya, ante los nobles andalusíes, juró como Rey de Andalucía, y no lo encontré porque casi nadie no sabía nada.
Aquí en Narila, se encuentra también una suntuosa residencia de verano propiedad de Aben Humeya. En su emplazamiento encontré ruinas, desolación y cascajos.
Fernando de Válor y Córdoba (Aben Humeya) está y estará, eternamente en los libros de Historia, formando parte de la milenaria historia de Andalucía. El Patrimonio y la Memoria de un Pueblo, la componen muchas cosas; unas piedras impregnadas de historia , también hay que cuidarlas, ponerlas en valor y reflexionar en todo lo que representan.
Encontré lo que quedaba: un “puñado de personas mayores”, una iglesia antigua (1548) y unos paisajes de ensueño, aderezados con toda clase de olores y sabores de otoño.
Me marché por la misma senda que seguramente anduvo el arriero de narila, personaje morisco del libro - la mano de fátima - de Ildefonso falcones, que gracias a él este pequeño pueblo, de momento, no morirá en el olvido…
Busqué el famoso "Olivo del Moro", donde Aben Humeya, ante los nobles andalusíes, juró como Rey de Andalucía, y no lo encontré porque casi nadie no sabía nada.
Aquí en Narila, se encuentra también una suntuosa residencia de verano propiedad de Aben Humeya. En su emplazamiento encontré ruinas, desolación y cascajos.
Fernando de Válor y Córdoba (Aben Humeya) está y estará, eternamente en los libros de Historia, formando parte de la milenaria historia de Andalucía. El Patrimonio y la Memoria de un Pueblo, la componen muchas cosas; unas piedras impregnadas de historia , también hay que cuidarlas, ponerlas en valor y reflexionar en todo lo que representan.
Encontré lo que quedaba: un “puñado de personas mayores”, una iglesia antigua (1548) y unos paisajes de ensueño, aderezados con toda clase de olores y sabores de otoño.
Me marché por la misma senda que seguramente anduvo el arriero de narila, personaje morisco del libro - la mano de fátima - de Ildefonso falcones, que gracias a él este pequeño pueblo, de momento, no morirá en el olvido…
iglesia parroquial de San Esteban

flor de Narila


residencia de Aben Humeya
Impresionante seguimiento del libro que te ha hecho ir al lugar a vsitar...
ResponderEliminarla foto de la casa no es la de aben humeya
EliminarLA CASA DE LA FOTO NO ES LA DE LORENZO??
ResponderEliminarAl ver estas imagenes de la casa de aben humeya,me provoca mucha pena que un lugar con tanta historia este descuidada y en ruinas hagan algo para evitar su desaparición ,es parte de la historia de andalucia.gracias
ResponderEliminar