¿Qué ocurre cuando se muere tu otro yo?
Díficil tarea la de convivir con los recuerdos, la de comer con los silencios, la de dormir con la soledad, la de soñar con la nostalgia.
Triste es consumir los últimos días que nos quedan solos; se desmorona el alma cuando falta el calor que calienta al frío, la palabra que se convierte en lágrimas, la mirada que despierta al mundo; ese mundo viejo y olvidado, un mundo rural despreciado, pero que era el mundo de María y Cándido.
María ahora entiende lo que significa extinguirse.
Yo también...
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