jueves, 24 de junio de 2010

TREINTA Y SEIS


Todo lo que 36 personas reciben sin haber trabajado para obtenerlo, otras 36 personas deberán como mínimo haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.
Cuando la mitad de esas personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso es el fin de cualquier civilización.
En 1931 Adrian Rogers dijo: “No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.
5 años más tarde, en el 36, aquí en España, multiplicamos los odios dividiendo las esperanzas, y así nos fué...