domingo, 14 de junio de 2009

LECTURAs DIÁFANAs


Uno de los regalos más gratificantes que nos proporciona la lectura consiste en remover dentro de nosotros continentes dormidos de nuestra propia existencia, despertando el perfume de días que creíamos extintos, avivando el rescoldo de impresiones o sentimientos que yacían sepultados bajo el paso de los días.
Momentos que enaltecidos por la luz de la memoria, cobran un valor precioso y nos hacen vivir el presente.
imagen: estatua de Jorge Manrique en su pueblo natal Segura de la Sierra.
Todo aquel que lee, deja en un cajón de sus recuerdos una anécdota más para su existir.

2 comentarios:

  1. El momento de la soledad buscada para encontrarnos cara a cara con una historia. Gracias por propagar el valor de la lectura. La foto está genial.

    ResponderEliminar
  2. te sobra la razo cuando hablas asi de una lectura y encajando tus palabras con la imagen es exacto.

    un saludo!

    ResponderEliminar

por favor deja tu comentario, se agradece