domingo, 18 de agosto de 2013

Los hijos de la tristeza




Detrás de una casa vieja que languidece hay una historia que se desmonta;
Es triste una puerta cerrada, una ventana que ya no se abre, una acera vacía.
De pequeño ese mundo, mi mundo, giraba en la calle, donde las tertulias, los cuentos y los juegos copaban unos momentos inolvidables.
Pequeñas historias cotidianas contadas por sabios mayores que nos hacían imaginar lugares lejanos y enigmáticos.
José, Sandalio, el tío Gabriel, Domingo, Justa, el tío Niscasio y Pilar,  Pedro Juan..., todos ellos se fueron y seguro que nos perdimos un conocimiento que ya no tenderemos.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

por favor deja tu comentario, se agradece