Aquí me veo, contemplando a dos forzudos que aspiran a ser los señores del mundo. Son capaces de matar por dinero, por altanería, por dominio, por casi cualquier cosa y le importa muy poco lo que les rodea.
Levanto mis alas y me marcho, (yo disfruto de esa libertad) pues esta gente con su depravado instinto y su contumaz soberbia acabarán destruyendo todo lo que tanto trabajó les costó realizar.
Son humanos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
por favor deja tu comentario, se agradece