jueves, 4 de septiembre de 2014

Tierra de trovos


Desgraciadamente vuelvo a llegar tarde. Con apenas 8 personas conviviendo durante todo el año, Mecina Tedel respira ausencias. Sólo la vara del almendro y el cante de la perdiz me dicen que al mundo rural le queda un latido minúsculo. Una música que es demasiado triste, un soneto de una sola estrofa.

La tierra de Abem Xaguar, que llegó a tener 1500 vecinos en 1857, 1 fábrica de seda, 7 molinos de grano, seis telares y dos fabricas de aguardiente, se desmorona con el paso del tiempo.

Aquí se vivía el trovo; era una fiesta espontánea donde un grupo de personas se reunían durante la noche en un cortijo; la fiesta podía durar horas, a veces días. Estas reuniones de trovo estaban relacionadas con formas de trabajo colectivo, normalmente la finalización de las cosechas o la monda de la almendra.

El trovo marca las grandes coordenadas culturales de la Alpujarra, el modo de ser, sentir, pensar de los hombres y mujeres de esa tierra y, en consecuencia, es la más importante manifestación cultural de la zona que como todo se muere de forma inexorable.




































1 comentario:

  1. Buenas tardes,

    Quisiera contactarte para una colaboración. ¿Me puedes facilitar tu mail en el info@xcom.es y te contacto?

    Gracias,

    Albert

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