Cortijos donde duerme el tiempo, donde murió la reflexión, donde vive el abandono.
Y a pesar de eso son testigo y muestra de un mundo rural respetuoso con el entorno, de unas tierras cultivadas sabiamente por labradores gentiles. Una parada obligatoria que a nadie deja indiferente.
Por eso y por más hay que conocer esta tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
por favor deja tu comentario, se agradece